ARRAJATABLAS


Probablemente corría el año 2005 o quién sabe, talvez volaba, lo seguro es que por aquel entonces el tiempo se "perdía" a mansalva. La consigna principal era: "Cuantas más plazas y rondas de porro en un día mejor". No necesariamente era una cuestión de decadencia o de rebeldía post-quinceañera (aunque quizás distáramos de los quince); era el verano, eran las vacaciones y por sobre todas las demás razones que pueden llevar a un par de pibes normales a desbarrancar, era LA MÚSICA. En aquel tiempo las horas volaban y más cuando se planteaba la música como tópico principal o como banda sonora de los viajes de ida y vuelta del desafortunado encargado de conseguir el aditivo que nos corrompiera durante el día entero, desde las incondicionales plazas hasta allá y viceversa; cuando todavía con diez pesos hacíamos maravillas. En fin, las horas volaban cuando la música acompañaba, esto quiere decir siempre... y contrariamente a lo que cualquier padre hubiése deseado para sus hijos todavía vuelan gracias a ésta tanto o más que antes. Era un intercambio de información frenético, demasiadas buenas ideas nacidas para ser olvidadas o demasiado superpuestas a otras anteriores lo que las volvía irreconocibles...terminando por definirse más como locuras imposibles. Ingenuos nosotros. El tiempo seguía siendo perdido (o encontrado) y las ideas resistían en pie, alimentadas inconsciente y continuamente por cada nuevo contacto con nueva música lo que generaba otra vez el comienzo de aquel ciclo casi enfermizo de intercambiar data, opiniones y escupir ideas como si fuése que realmente digeríamos la música y se creaba algo nuevo a partir de ello. Apareció el rap. ¡Bingo!. Las ideas empezaban ahora a proyectarse como planes, ya que teníamos la herramienta. El graffiti supo ser una gran herramienta de la libre expresión de aquellas ideas en algún momento, pero era un método mucho más directo, más agresivo en cierta forma lo que lo hacía también por ende mucho más complicado de llevar a cabo. Más en La Zanja, donde todo y todos son tan "normales". Entonces el rap era el método, conjugando a la perfección con la fluída relación que manteníamos con la tecnología. Estábamos a un click de hacer magia. Sin saberlo, el Club se fundaba. La habitación era la cueva y el ropero el testigo más privilegiado de la génesis del Flow. Es increíble lo que se puede llegar a hacer con un micrófono, una computadora, un ropero y unas cuantas locuras ¿imposibles?. Con los pulmones cargados salimos a la caza de los medios, porque como bien sabe mahoma la montaña no fue a él; Hip hop, toques con amigos, zapadas, pintadas fallidas, declaraciones a la ley, bandas en vivo, freakstyle en algún escenario, buenos conocidos y otros malos por conocer, internet, drogas, alcohol y musas reales servían como recurso de inspiración. Aprendizaje. Lo más disfrutable de toda la cuestión puede llegar a ser ésto, cuánto hemos aprendido y cuánto hemos evolucionado. Siendo como los gatos, noctámbulos, no vamos a dejar de curiosear y ver hasta donde se puede llegar. Por más que cueste la estadía en la tierra. A esta altura las locuras de un par de cabezas se han vuelto parte inalienable de éstas, han demostrado que le pese a quien le pese ellas siempre están en pie y al contrario de lo que dicen por ahí, son posibles... porque no hay ningún convencionalismo establecido que pueda invalidar lo que se siente, lo que te sale de los huevos o del corazón. Con el tiempo entendimos que el tiempo no se "pierde" sólo si uno se mantiene fiel a sí mismo, se mantiene real. Que todo lo que para algunos es desperdicio para otros es dignidad. No es cuestión de rap ni de hip hop, no es cuestión de agradar o aparentar, es cuestión de una necesidad vital para nuestros metabolismos cada uno con sus conceptos personales de supervivencia y una única meta clara, no dejarse cambiar y mantenerse firme. Arrajatablas es dignidad, es vida y es flow. "Ambos se potencian, son un dúo infalible y están unidos hasta la eternidad" LSD
http://www.myspace.com/arrajatablas

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